Lo que creemos

Creemos que los poderes, competencias, derechos y facultades de los gobiernos tanto como sus necesidades financieras, deben limitarse a las necesarias para alcanzar sus objetivos. Y que para cubrir sus costos, no se justifica el cobro de impuestos ni la contratación de préstamos por sumas que exceden estos límites como también en ningún caso la emisión de dinero sin respaldo.

Creemos que los anteriores principios permiten el funcionamiento normal de los mercados, alejándolos de la violencia y del fraude. Fomentando el respeto a la propiedad privada y garantizando la libertad y otros valores igualmente deseables como orden, seguridad, justicia y respeto recíproco entre las personas; todo esto indispensable para la  autonomía de las esferas privadas, al igual que la paz y prosperidad.

Creemos que la independencia de los negocios públicos respecto de los privados es lo más justo, saludable y de provecho para ambos. Es por esta causa que nos oponemos a la subordinación de los gobiernos a intereses privados de sectores, empresas, familias o personas, tal y como lo realiza la derecha mercantilista. De esta misma forma nos oponemos a la usurpación por los gobiernos de funciones privadas dentro de las que destacan la agricultura, industria, comercio, banca, educación, atención médica, previsión social, etc., como lo que promueve la izquierda.

Creemos que el mercantilismo y el socialismo vulneran los principios expuestos. El primero porque consiste en la captura y uso de poderes y recursos públicos para provecho privado de particulares. El segundo, porque usa estas vías para rehacer por completo el entero orden social desde sus mismos cimientos, en base a un diseño o plan preconcebido, ejecutado por un grupo que se enriquece y obtiene privilegios, cuotas de poder, prestigio e influencia aludiendo a la “justicia social” que nunca viene a ser sino un eslogan populista para vender su estrategia de desfalco.

Por todo lo anterior nuestra misión es preparar operadores políticos, para mantener a los gobiernos dentro de sus límites. Todo esto por medio de nuestra colaboración en la apertura de nuevos partidos políticos, que lleven representantes al Parlamento en las personas que compartan nuestros ideales en las naciones.